sábado, 24 de noviembre de 2012

Crónica Policial

Esta crónica la realicé como tarea para la Universidad.

Crónica Policial

Son las 11:30pm, estoy cansado y con los pies adoloridos, acabo de regresar del trabajo cubriendo un operativo policial anti-drogas. 

Después de  recibir la orden de mi editor, me dirigí a la urbanización Coromoto, mientras llegaba al lugar imaginé que encontraría unos cuantos policías tomando apuntes o registrando la escena cuando ya todo pasó. Para mi sorpresa llegué en el momento en que todo iba a empezar, un camión y varias camionetas chevrolet,  color plateado y con vidrios polarizados, se encontraban estacionadas en frente de una casa amarilla de dos pisos. 

En un abrir y cerrar de ojos la casa se encontraba rodeada por  al menos  30 agentes del GOE, todos armados con ametralladoras, y cubiertos por sus uniformes hasta el ultimo centímetro de piel.  Dos policías se plantaron frente a la puerta principal  de la casa y empezaron  a golpearla, con un mazo, hasta tumbarla. De inmediato el policía, Juan Palacios de 28 años, ingresó a la vivienda y obligó a Carlos Carrión, de 24 años,  a  tumbarse, boca abajo, en el piso mientras intentaba ponerle las esposas. En un rápido movimiento Carlos se dio vuelta y clavó una aguja, con la que minutos antes se estaba inyectando cocaína, en el ojo izquierdo de Juan. Un hilo de sangre saltó del ojo del agente, sus gritos inundaron la casa mientras se revolcaba del dolor. Carlos intentó escapar pero varios policías lo sometieron a golpes hasta ponerle las esposas. Dos agentes tomaron, por los brazos, a Juan y lo sacaron de la vivienda, uno de ellos volvió  al interior del domicilio mientras que el otro intentaba parar la hemorragia. 

 No pasó mucho tiempo cuando dos grupos de  agentes salieron de la casa con varias personas en brazos, tres hombres y una mujer totalmente inconscientes debido a una sobredosis. Todos ellos además de Carlos fueron subidos al balde de una de las camionetas y trasladados al Hospital Gustavo Domínguez. En cambio el agente herido fue llevado a la Clínica Hospital Santiago, en la que se está recuperando pero aún no se conoce el destino que tendrá su ojo izquierdo.

El aire en el interior de la vivienda, era totalmente humo de marihuana,  se hacía muy difícil respirar. Los agentes abrieron todas las ventanas para que el interior se ventilara y comenzaron la búsqueda de su objetivo. “Aquí están” gritó un policía, dentro de un  gran armario se encontraron diez cajas llenas de pequeñas bolsas transparentes del “polvito blanco”, que al parecer iban a ser distribuidas, por los cuatro implicados, en toda la ciudad.
Al término del operativo, un grupo de agentes acordonó el domicilio y se quedó a custodiar la vivienda, mientras que el resto se marchó como si nada. 
Son las 8 de la mañana y he terminado de escribir una historia, una vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario