Excursión a la laguna Quicocha

El domingo 16 de diciembre visité un maravilloso lugar. La laguna Quicocha.

A las 12 de la noche del sábado, salí de Santo Domingo junto con un grupo de amigos, viajamos toda la noche hasta llegar tipo 5 y 30 de la madrugada. Lo primero que noté, incluso antes de abrir lo ojos, fue el frío que me congelaba el cuerpo.

Nos detuvimos en un mercado para desayunar, bajamos de la camioneta y empezamos a dar pequeños saltos tratando de calentarnos. Mientras estábamos esperando nuestra orden, observaba el lugar.

El patio de comidas era muy limpio, a pesar de estar abierto y cerca de la calle principal, las calles eran angostas pero en buenas condiciones. Algo que me sorprendió fue ver a varios hombres tirados en el suelo durmiendo, y no eran mendigos pues estaban vestidos elegantemente. Supongo que debieron estar borrachos pues ni el frio, ni el ruido los despertó.

Luego del desayuno emprendimos el camino a la reserva ecológica Cotacachi-Cayapas, donde se encuentra la laguna. Al llegar lo primero que vi fue esto.

Parqueadero frente a la laguna 

( la camioneta es en la que viajé)

Luego esto.....

Reseña de la laguna

Después vi esto

Y luego esto..

Y así mis ojos se perdieron en los paisajes mientras mis pies me llevaban al interior de la hostería.

La hostería era bastante elegante, amplia y cómoda. Contaba con una sala, un comedor, una recepción, baños, habitaciones, entre otras cosas. Pero lo mejor de todo fue la chimenea, apenas sentarme frente a ella el calorcito me abrigó todo el cuerpo.

Una amiga y yo

Otras amigas. (Olvide nombrar a esa chimenea elevada que también abrigaba  n_n)

Luego de esperar que el frío pasara y se hiciera más tardesito, emprendimos el viaje al mirador desde donde podríamos observar mucho mejor la laguna. 

Vamos al mirador dijeron, no está muy lejos dijeron. Pues exactamente eso fue lo qué pasó, caminamos alrededor de tres horas entre subidas, bajadas y descansadas. Rodeamos la laguna hasta la mitad, donde se encontraba el mirador. El dolor de piernas era muy intenso  y por momentos las ganas de abandonar nos acosaban, pero todo eso se fue cuando vi este hermoso y único paisaje.

  Y luego de presenciar tal belleza y vivir esa experiencia, volvimos de regreso a casa. FIN

Siempre trato de hacer todo lo que me haga sentir bien y por ende feliz.
Nota: No te prives de nada bueno, pues solo tienes una vida.

!Hasta la próxima entrada!

Att: Eddy, el otaku galante